Resistida por muchos y amada (¿por pocos?), Catalina parece estar en el ocaso de su carrera política en el FCyS (más de una vez sobrevivió a un match point).
Apoyada por su fe por una Catamarca turística de nivel mundial y así lo hizo saber con sus viajes a numerosos países europeos y latinoamericanos, entiende hoy que no cumplió plenamente sus metas. La Cámara de Agencias de Turismo, la Asociación de Bares y Hoteles y todos aquellos que desean vivir del turismo, desde la paupérrima Semana Santa vienen pidiendo su cabeza. La sangre bordea el río.
Con desprolijidades en las ediciones del Poncho 2005 y 2006, sumados a su carácter evasivo para presentarse al Tribunal del Cuentas cada vez que le fue requerido, interpelada por la Cámara de Diputados, enfrentada con algunos medios periodísticos, hoy su renuncia está a disposición del Gobernador.
Un desliz, un olvido, un error de apreciación le marcaron el tiempo final.
Un montón de paja abandonada, tirada en un galpón, ¿porqué no reciclarla?... habrá pensado doña Catalina. Y así le dio vida al quincho. Bajo su sombra con amigos y jugosos asados las tardes de sobremesa tenían otro color.
Más oscuro es el color de la decepción de quienes esperaban turistas en abril, abrumados por los partes de prensa que hablaban de magníficas campañas de difusión desde la costa atlántica a los límites con Bolivia.
Atrás quedaron las cientos de horas de capacitación brindadas por expertos del turismo nacional e internacional en los céntricos hoteles de la capital catamarqueña. Las innumerables tapas de revistas especializadas que llegaban con notas y fotos de una Catamarca exótica a los ojos extranjeros, son sólo postales añejas.
Catamarca queda aquí en el noroeste de la república, en medio de cerros y valles, escondida como una perla que niega su destino a ser descubierta y valorizada. Se necesita de verdaderos buscadores de tesoros para encontrarla. No es una tarea fácil.
(para el fotomontaje se utilizó una ilustración de Sergio Ayala)
Estimado amigo: no suelo intercambiar opiniones ni comentarios con quien no conozco. Aun en esa media foto no puedo descubrirte, sin embargo, la intuición me dice que sos serio, responsable y honesto en tus apreciaciones. Tu invitacion al blog me llegó al correo y se salvó de que pase a spam, por esa intuición de que te hablo. Por eso me permito escribir unas líneas sobre el tema.
ResponderEliminarMe ha tocado trabajar con Catalina Krapp en la epoca de Bomczuck en Turismo, fui jefe de prensa, y de acuerdo a ello te puedo decir que son dos excelentes profesionales que han hecho muchisimo por el turismo. Como no trabajo en el sector no me mueve ningún interés especial, cosa que pienso le ocurre a los detractores de hoy de Catalina. También me parece que hay una cuestión de visión. Pero veo también que muchos de sus detractores son simpatizantes al menos del o los partidos opositores al FCyS, lo cual en este tiempo de elecciones y con el trago amargo de la reciente derrota, los hace muy poco imparciales en el momento de emitir opinión.
Que haya venido poca gente (no lo se porque estoy convaleciente de una enfermedad y hacen dos meses que no salgo a la calle)no significa que la culpa sea de turismo o de Catalina. No nos olvidemos que el problema fue y es en todo el NOA, y que las otras provincias cuentan con otro apoyo nacional que Catamarca no. Ademas la crisis ha hecho estragos en todos los sectores y el turismo no es una excepción. Por lo que pude averiguar la afluencia turística en el interior fue muy importante. He podido ver en otras ocasiones la impresinante cantidad de turistas extranjeros que llegan a Catamarca en lugares como Fiambalá o Antofagasta, pero de eso los del turismo privado y sus aliados de la prensa (los pagos de publicidad mueven muchas plumas estilográficas)no dicen nada.
Querido amigo: como hombre que ama el turismo y hace cosas silenciosas, sin partidismos, sin sectorismos, sin contacto ni con privados ni con públicos, creo que de los últimos años la gestión de Catalina ha logrado posicionar a Catamarca en un sitial de privilegio en materia turística. Lo que no veo es qué hacen los privados. NO veo publicidad en medios nacionales, no veo ofertas de alojamiento, no veo que hagan nada que tiente a los turistas a alojarse en Catamarca. Si vienen a ver las bellezas que promueve la Secretaria de Turismo, pero la oferta de alojamiento, transporte, comidas, etc. no existe. La mayoría de las agencias están preocupadas en mandar catamarqueños a otros lados.
Por ultimo: hacen un par de años solicité a varias agencias de turismo un paquete para turistas de una mutual nacional y solo dos me respondieron, el resto me dijo: no hacemos turismo receptivo.
Cuando vea qué ofrecen los privados (he recibido críticas de amigos que han venido a Catamarca por los exhorbitantes precios de comidas, por ejemplo) decía, cuando vea qué ofrecen talvez piense que Catalina ahuyenta turistas. Mientras sigo apostando a su gestión.
Lo del quincho? Tal vez, no me consta, el fotoshop hace milagros, pero si así fuera, que el que esté libre de culpa arroje la primera piedra.
Un abrazo a los lectores con quienes coincidamos o disentemos. Rodolfo Lobo Molas.
Antes que nada, agradezco al Sr. Rodolfo Lobo Molas por su comentario y no haber mandado a correo Spam el mail recibido.
ResponderEliminarComo Ud. dice se trata de una cuestión de visión. Hoy la imparcialidad es muy difícil de obtener. Ni que decir de la objetividad, concepto desaparecido en los medios gráficos y televisivos provinciales y nacionales ya hace tiempo.
Hay una tendencia generalizada de pedirle todo al Estado/Gobierno, incluso aquellas cosas que son específicas del area privada. Con una planta de empleados públicos provinciales cercana o superior al 50% de la población, los privados invierten para ese público cautivo del Estado. Si las cosas no funcionan, inmediatamente piden subsidios al Estado amenazando con despedir a su propio personal o suspender los servicios que presta.
Los privados tienen sus propias reglas y debes hacerse cargo de sus decisiones. Si no son competitivos deben dejar el lugar a otros.
Escuelas privadas, empresas de transporte, fábricas todas piden subsidios... y el Estado otorga. Entonces la "actividad privada" en que consiste?...
Creo que aquí comienza la punta del ovillo sobre la idea de ser empresario, "yo pongo una empresa privada, pero que el Estado sea mi garante".
Un Estado paternalista difícilmente tenga hijos independientes.