Cautivos de un sistema perverso, los pacientes del sanatorio de calle Chacabuco pasan días de incontables horas postrados esperando una prótesis que nunca llega. El paso del tiempo es relativo a cada quien según su posición. Mientras que para los jóvenes sanos todo es veloz y fascinante, para la persona enferma y mayor -por cada hora encerrada- su autoestima se debilita, su cuerpo se transforma. La falta de ejercicio atenta contra los músculos.
El estrés generado en familiares, como daño colateral, no es contemplado. Pierden horas de trabajo, aumentan sus gastos de traslado desde el hogar al sanatorio, ida y vuelta, modificando el ritmo de vida de sus allegados.
Se podrá decir que no le faltan cuidados, que todo está bajo control. Mientras tanto se factura por los servicios. Se factura por la espera, se factura un tiempo creado a expensas de la obra social del paciente.
La respuesta, desde el nosocomio, es siempre la misma, tenemos que esperar.
Para este caso el PAMI juega a la indiferencia, a hacerse cargo cuando se verifique un incumplimiento. No es de su área verificar los tiempos de pedido y entrega de la prótesis. Es una relación entre proveedor, sanatorio y médico, según lo expresado en oficinas consultadas de la sede PAMI Catamarca.
Dos semanas de espera es más que sospechoso para una de las prótesis más demandadas en personas mayores. Frente a la impaciencia los médicos sugieren, para acortar la espera, comprarla por motus propio, invitando a visitar los comercios locales “por la rapidez de entrega”.
En un mal pensamiento, uno puede inducir una actividad comercial que roza lo delictivo entre el sanatorio y el PAMI, este último no exigiendo ni verificando con inspectores lo que realmente ocurre con cada paciente y el centro de salud estirando las internaciones a tiempos fuera de toda lógica.
El PAMI no pareciera estar preocupado por las sumas de dinero que debe aportar por cada afiliado, de allí el mal pensamiento que revolotea en la cabeza de quien esto escribe.
Tal vez es un sueño, una pesadilla que se evaporará al despertar. O no.
El estrés generado en familiares, como daño colateral, no es contemplado. Pierden horas de trabajo, aumentan sus gastos de traslado desde el hogar al sanatorio, ida y vuelta, modificando el ritmo de vida de sus allegados.
Se podrá decir que no le faltan cuidados, que todo está bajo control. Mientras tanto se factura por los servicios. Se factura por la espera, se factura un tiempo creado a expensas de la obra social del paciente.
La respuesta, desde el nosocomio, es siempre la misma, tenemos que esperar.
Para este caso el PAMI juega a la indiferencia, a hacerse cargo cuando se verifique un incumplimiento. No es de su área verificar los tiempos de pedido y entrega de la prótesis. Es una relación entre proveedor, sanatorio y médico, según lo expresado en oficinas consultadas de la sede PAMI Catamarca.
Dos semanas de espera es más que sospechoso para una de las prótesis más demandadas en personas mayores. Frente a la impaciencia los médicos sugieren, para acortar la espera, comprarla por motus propio, invitando a visitar los comercios locales “por la rapidez de entrega”.
En un mal pensamiento, uno puede inducir una actividad comercial que roza lo delictivo entre el sanatorio y el PAMI, este último no exigiendo ni verificando con inspectores lo que realmente ocurre con cada paciente y el centro de salud estirando las internaciones a tiempos fuera de toda lógica.
El PAMI no pareciera estar preocupado por las sumas de dinero que debe aportar por cada afiliado, de allí el mal pensamiento que revolotea en la cabeza de quien esto escribe.
Tal vez es un sueño, una pesadilla que se evaporará al despertar. O no.
Catamarca tiene la figura, por Ley 5337 (año 2011), de Defensor del Pueblo (hoy con Dalmacio Mera como su primer director) ¿podrá ser este un caso digno de ser investigado?
Muy buena y reflexiva tu nota. POR mi parte podría concluir que Catamarca tiene las autoridades gubernamentales, empresariales y responsables de la salud QUE SE MERECEN. POR algo las votaron y seguramente las volveran a votar. Pero viendo la mediocridsd de la "oposición ", tampoco -lamentablemente- tienen muchas opciones.
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