martes, 9 de julio de 2024

De humano a objeto



Acelerados por hacer cosas, acelerados para escapar a tiempo del trabajo. Hacer todo más rápido es la consigna última en esta nueva tendencia.

Desde la pantalla del celular cientos de avisos publicitarios nos invitan a ahorrar tiempo. Como si el tiempo pudiera guardarse en una cajita dorada y volver a usarlo cuando más nos guste.
La intromisión de las IA en todas nuestras actividades diarias y la de quienes las promocionan vendiendo aplicaciones como cantos de sirenas para Ulises en La Odisea, plantean un interrogante: qué hacer con ese tiempo libre que generaría consumir IA para todo, desde ayudarnos con las planillas de Excel acortando tediosas horas de cálculo. Pedirle genere el resumen de un denso informe técnico, luego envíe un mail personalizado a los proveedores y que actualice el stock de productos en el depósito. Todas esas tareas por las que nos pagan un sueldo, pero ya no queremos hacerlas de propia mano.

Fuera del trabajo el asistente digital se encarga de la agenda personal, recordando la visita al médico, cuando tomar los medicamentos. Envía saludos de cumpleaños a los amigos, sugiriendo el regalo ideal. Genera los dibujos escolares para los hijos. Hace el listado de las compras del supermercado y ejecuta el pedido vía internet.
Con el desarrollo del internet de las cosas (IoT) llegan más comodidades y servicios. Los electrodomésticos como heladeras, cocinas, lavarropas, luces, sistemas de calefacción, sistemas de entretenimiento son posibles de programarlos y están interconectados a través de la señal de wifi. La cafetera se activará justo antes del desayuno. Desde el celular se puede saber si el pollo al horno ya comenzó a cocinarse antes de llegar a casa. La heladera puede avisar o calcular cual de los alimentos necesita reponerse. Podrá activar la calefacción, en modo remoto si fuera necesario o dejarlo a decisión del sistema inteligente integrado.

Cada vez habrá más tiempo libre.
Leer un libro podría ser una opción. Ingresar a internet comprar un libro digital, pedirle a la IA que lo lea o haga un resumen, y aprovechar ese tiempo extra para pintar. Se siente inspirado y le dicta a la IA una escena de bosques, con fuertes contrastes en los verdes, con sombras por el lado derecho de la imagen, un poco de nubes en el cielo, que agregue un mono al pie del árbol de la izquierda y la obra ya está completa. La puede ver en la pantalla que cubre todo el ancho de la habitación.

En el patio el sistema de riego mantiene la humedad controlada del jardín. No es necesario regar las plantas manualmente.

Queda bastante tiempo hasta la cena, los hijos son ayudados en las tareas escolares por el asistente virtual, mirar una película como aperitivo es un buen plan. Mediante comando de voz el sistema selecciona y sugiere un listado de films. La IA sabe de los gustos del usuario, recuerda directores preferidos, géneros y temáticas. Arma una carta de novedades para ahorrarle tiempo de búsqueda.

Para la cena, con toda la familia reunida, el menú ha sido planteado por la IA en función del gasto calórico de cada uno, sumando actividad física, distancias recorridas, tiempo de reposo, carga laboral, dieta estimada según el peso de cada uno. Toda información suministrada por los relojes de pulsera inteligentes.

La lavadora de platos hará su tarea, sin intervención humana, optimizando agua y detergentes biodegradables.

Con la cabeza en la almohada, uno se pregunta si esto es un mundo soñado. Un sueño ya realidad.

Una realidad que está ocultando la pérdida de humanidad, de pensar por voluntad propia, de las emociones buenas y malas, frustraciones y algarabía, experiencias inmateriales.

El individuo ha sido convertido en un objeto programado para el consumo, absorbido por las máquinas. Controlada su voluntad, está inducido a creer que vive en un mundo ideal, como advirtiera Aldous Huxley en su novela Un mundo Feliz (1932), donde la sociedad es organizada desde el nacimiento, por un Estado Mundial y cada individuo está diseñado para una tarea en particular y pertenece a una determinada casta. En ese mundo la estabilidad, la felicidad y la ausencia de conflictos son más valiosas que la libertad y la individualidad.

Espero despertar de este sueño y la IA sea mi amiga.

1 comentario:

  1. Hola mi estimado Nico, cómo estás? Es muy placentero leer tus notas!
    Si lo pensamos fría y detalladamente es un mundo de fantasía escalofriante y bonito, al que no todos accederán, no disfrutarán.
    A veces me imagino cómo sería vivir de esa manera que lo relatas; y eso trajo a mi mente un recuerdo de mi adolescencia, en los '80, en ese momento caminando a la parada de colectivos, junto a tres compañeros, opinabamos como iba a ser en el año 2000 y si llegaríamos al 2020...la verdad que nuestras opiniones fueron diversas, desde una ciudad como lo vimos en los dibujitos de "Los Supersónicos", otro dijo que estaríamos llenos de robots y yo pensé que seguiríamos casi igual😁
    En fín, veo los cambios que en nuestros pequeños dispositivos están, las herramientas, la conectividad, la velocidad con que viajan los datos, como se vinculan nuestros aparatos, en fin, tantas cosas que desconozco, pero aún me veo con muchas cosas que usé en esos años...
    Si siento incertidumbre y temor de quienes tienen el poder de implementarlas.
    Como siempre, acudo a Dios y vivo el día a día!

    Te envío un abrazo bien fuerte!
    Gracias por compartir conmigo todo lo que escribes!
    Es un privilegio!
    Dios te siga iluminando y proteja !!

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