Desde aquella jornada en vísperas de las pasadas elecciones catamarqueñas, cuando la vicegobernadora Lucía Corpacci invitó a Ramón Saadi al palco junto a Néstor Kirchner con su famosa frase: Subí, Ramón, subí... y éste se negó, el referente del justicialismo local no había vuelto a la luz pública.
La Sociedad Española fue el lugar elegido para volver y lanzar su campaña por la retención del título de Senador nacional. Las instalaciones estaban repletas de comensales listos para escuchar las palabras de su líder y degustar el menú generosamente brindado.
Jóvenes menores a 20 años y chicos, influenciados por su mayores probablemente, esperan en las mesas a conocer al último gobernador del justicialismo de Catamarca, intervenido en 1991 por la muerte de María Soledad Morales.
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