sábado, 24 de octubre de 2009

Preventiva de crisis en La Unión




Concurso preventivo de crisis de empresas. Una frase aterradora, lamentablemente muy común en estos tiempos. Catamarca no es ajena, no es una isla. Pero tampoco está inmersa en el circuito internacional de las grandes potencias ni posee acciones en Wall Street.
En el resto del mundo la famosa crisis mundial, iniciada en Estados Unidos en el 2008, es ya casi un recuerdo. Como a los pueblitos del interior las noticias llegan siempre tarde, alguien quiere hacernos creer que ese pánico mundial está por derribar a diario LA UNION.
En el documento presentado por el señor Gabriel Kaminzcszik, apoderado y director periodístico, ante la Dirección de Inspección Laboral de Catamarca solicitando la apertura del concurso preventivo de crisis, tiene la osadía de comparar un diario de 80 años destinado sólo a catamarqueños y que jamás saldrá de la provincia con sus ediciones, a los vaivenes de la economía mundial que motivó el cierre de periódicos yanquis con menos de 20 años de vida y una impresión de cientos de miles de ejemplares diarios.
Con argumentos sólidos y coherentes se planteó la nulidad de la presentación del concurso preventivo de crisis por parte de los Representantes de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (FATPREN), Federación Argentina de Trabajadores de Imprenta, Diarios y afines (FATIDA), el Sindicato Gráfico de Catamarca y el Sindicato de Prensa para la defensa de la fuente de trabajo de los empleados de LA UNION, a quienes con la aprobación del documento darían luz verde para la reducción de la jornada laboral, por consiguiente una reducción en los vergonzosos sueldos que perciben y la posibilidad abierta de despidos. Esta última opción dejó sin trabajo a más de 20 personas en el concurso preventivo de crisis del 2002.

Reunidos en la CAPE el viernes 23 de octubre, en las oficinas de Inspección Laboral, en representación de LA UNION S.A. lo hicieron los abogados Fernando Avila y Maria Morales quienes no cedieron en sus prerrogativas e insistieron con la aceptación del documento de preventiva de crisis. Documento que presentaba muchas fallas para ser aprobado. Por ejemplo no coincidían el CUIT de la empresa periodística con el CUIT presentados por los abogados patrocinantes. A prima facie, se declaraban sueldos por debajo de lo que marca la ley, razón mínima suficiente para no ingresar a los derechos del concurso preventivo de crisis. Los balances no correspondían a los dos últimos años, casualmente años muy productivos si se tiene en cuenta que fueron épocas de elecciones y las pautas de publicidad oficial fueron muy jugosas.
Por momentos el diálogo tomó los carriles de la efusividad y la bronca contenida por más de 8 años de negación de los derechos del trabajador a recibir una recompensa digna por su tarea.
Con dos posiciones antagónicas marcadas, se propuso por parte de los representantes de FATPREN y FATIDA la posibilidad de seguir las negociaciones en la Comisión Permanente de Paritarias de representación nacional. Una herramienta que promete ayuda y asesoramiento a las empresas en crisis, según las expresiones allí vertidas.
La mediación del señor Eduardo Tapia, director de Inspección Laboral, llevó a una nueva instancia, dejar la presentación del irregular documento del concurso preventivo de crisis en “stand-bay” y solicitar a la patronal mediante sus abogados representantes que contesten en un plazo de diez días la aceptación o no de presentarse a una negociación de diálogo abierto, en la Comisión Permanente de Paritarias.

¿Por qué se llegó a esta instancia de crisis?
Desde el año 2001 LA UNION SA. no respeta las reglas de juego en la relación empleador - trabajador, omite sistemáticamente pagar los sueldos establecidos en las convenciones colectivas de trabajo. En la actualidad el desfasaje económico para los empleados supera el 50% y alcanza al 60% en algunas categorías. Los sueldos actuales percibidos en el decano de la prensa catamarqueña van desde $ 600 a los $ 900 en la mayoría de los casos. Con muy pocas excepciones hay sueldos superiores a los $ 1400.
La empresa periodística ha perdido una masa importante de lectores desde que se hicieron cargo, sumando a esto una política editorial de perfil netamente oficialista, reproduciendo constantemente en sus páginas las bondades del gobierno del FCyS y tapando o minimizando las malas acciones de los mismos.
Los lectores de una sociedad instruida, objeto principal de un medio gráfico, buscan conocer la realidad del medio donde viven, leer TODAS las voces del amplio abanico político catamarqueño. Saber que es posible el discenso, permitiendo la diferencia de opiniones en cualquier tema relevante para el desarrollo de esta castigada provincia del noroeste. Y en las páginas de La Unión esta situación no existe.
Si el lector no se siente representado, no compra el diario ni tampoco lo recomienda.

¿Y los empresarios, porqué no apoyan con pautas publicitarias al medio gráfico más viejo de la provincia? Respuesta: un círculo vicioso. Si hay pocos lectores, hay pocos probables compradores de productos promocionados, por lo tanto la inversión publicitaria no es redituable.
¿Entonces, por qué LA UNION S.A. se empeña en mantener esta política empresaria? ¿Cuál ha sido el beneficio a los largo de estos 8 años?
La Unión S.A. no necesita vender diarios. Es una empresa que ofrece un punto de negociaciones a sus accionistas. Se favorece de las licitaciones de obras públicas, llamados a concursos. Presión política para aprobar leyes que favorezcan los emprendimientos de sus oscuros socios. Manejo ideológico del lector. Promoción de tendencias políticas en tiempos electorales. Promoción gratuita (o casi) de eventos y destinos turísticos en la provincia a través de suplementos a todo color. Difusión de las excelencias y exquisiteces del chef del único casino en la provincia, ya que se eliminó la competencia de los casinos electrónicos en el gobierno de Oscar Castillo. Y muchas otras razones, que usted amigo lector puede imaginar si tiene el poder de administrar una empresa periodística sin la necesidad de dar la cara.
En una postura egoísta, los accionistas de La Unión S.A. entienden que no deben participar de sus ganancias con los empleados del diario, negando los aportes societarios.
Periodistas, gráficos y administrativos deben rescatar sus sueldos de las magras ventas de ejemplares y publicidad. Aquí se cierra el circulo.

LA UNION S.A. argumenta una crisis económica por los costos de sueldos, juicios pendientes, insumos, mala venta de publicidad y baja venta de ejemplares.
LA UNION S.A. es la única CULPABLE de no vender más ejemplares. No quiere crecer, porque eso aumentaría sus costos de mantenimiento.
La crisis internacional no va a cerrar el diario LA UNION, en todo caso será el egoísmo de sus accionistas.