Esta columna siempre ha tenido un tono crítico y hoy no iba a faltar a su propio concepto.
Mientras desde la televisión, las revistas, los diarios y los magazines comerciales de las casas de electrodomésticos nos inundan de provechosos regalos de Navidad, los mismos que dos meses atrás costaban un 20% menos, la vida urbana enloquece al mismo ritmo, todos contagiados de ¿espíritu navideño?, corren a último momento buscando regalos, lechones, vinos finos y todo tipo de alimentos propios del invierno europeo.
Muy pocos repararán en lo festivo de un momento religioso, el inicio de la fe cristiana. Saturados hasta el hartazgo del buenachón de barbas blancas y abrigadas ropas coloradas, con su trineo llegará a la imaginación de los niños en respuesta a las plegarias de regalos diversos.
El consumismo absorvió a la Navidad. No se puede vivir la Navidad sin no comprás nuestras ofertas, pareciera ser el mensaje en estos tiempos.
Del otro lado de la moneda están los que, desde fuera del sistema, ven a las personas con sus bolsos llenos de alegría y sonrisas publicitarias saludado y deseando "Felices Fiestas", "Felicidades", "Feliz Navidad" a quien se cruce en su camino. La magia navideña pareciera funcionar en un solo sentido, pues oculta a los mismos personajes de siempre que piden una moneda en la peatonal, lustran zapatos, recogen cartones o venden diarios.
Para ellos, tal vez, la Navidad es todos los días y por eso no necesitan salir corriendo a buscar regalos.
Que esta Nochebuena nos ayude a comprender nuestra ubicación en la sociedad y qué podemos aportar para mejorarla.
Gracias por estar junto al blog de Niko.
Les dejo este pequeño regalo:
La navidad de Luis (León Gieco)
Toma Luis, mañana es Navidad
un pan dulce y un poco de vino
ya que no puedes comprar
Toma Luis. llévalo a tu casa
y podrás junto con tu padre
la Navidad festejar
Mañana no vengas a trabajar
que el pueblo estará de fiesta
y no habrá tristezas
Señora, gracias por lo que me da
pero yo no puedo esto llevar
porque mi vida no es de Navidad
Señora, cree que mi pobreza
llegará al final comiendo pan
el día de Navidad
Mi padre me dará algo mejor
me dirá que Jesús es como yo
y entonces así podré seguir viviendo.
