martes, 1 de septiembre de 2009

Feliz Cumple Decano

Hace unos días el diario más viejo de Catamarca LA UNION, volvió a cumplir años. Como es habitual en estos casos salieron a la calle los encargados de publicidad a "captar salutaciones" en nombre del Decano. Llamadas telefónicas, a niveles gerenciales de empresas importantes y a figuras políticas relevantes, apoyaron la logística para el convite de tan magnánima fecha fundacional.
Tratándose de un diario, los mal pensados podrían imaginar que es la oportunidad de devolución de "gentilezas". Hoy por tí mañana por mí.
La lectura entrelíneas de este comentario, para los mal pensados, está fundada en los avisos de salutaciones publicados por las siguientes empresas e instituciones:
YMAD, Minera La Alumbrera y Minera del Antiplano saludan en un diario que rara vez levanta su pluma para escribir sobre la contaminación ambiental producida por dichas empresas.
Luis Barrionuevo (diputado nacional), prácticamente es de la casa. Siempre se lo recibe con las puertas abiertas, tanto en Radio Unión como en el diario. Si visita Catamarca, también visita esta octogenaria casa de noticias.
Luego siguen otras salutaciones del entorno oficialista: IPV, Olga Santillán (intendente de Icaño), Aguas Catamarca, Municipalidad Capital y el infaltable saludo de la gobernación provincial. Hasta aquí, presencia obligada.
Sorprende la falta de saludos de las grandes casas comerciales catamarqueñas, cadenas de supermercados nacionales y políticos opositores al gobierno.
¿Qué ocurre, este diario no merece ser saludado por su aniversario?, ¿no fueron invitados a participar? o ¿hay una lista de exclusión?.
Se podrían ensayar variadas respuestas políticamente correctas, pero uno es obsesivo y sigue escarbando hasta llegar a la última página de LA UNION y allí el mensaje de salutación del intendente de Los Altos, Luis Ricardo Olveira (CPN) estalla en mi cara. Utilizando una frase de Joseph Pulitzer (*), muestra la poca conciencia por el texto elegido, o buscaba congraciarse a grado extremo con el decano de la información.

(*) Veamos la frase: "La prensa libre debe abogar siempre por el progreso y las reformas. Nunca tolerar la injusticia ni la corrupción. Luchar contra los demagogos de todos los signos. No pertenecer a ningún partido. Oponerse a los privilegios de clase y al pillaje público. Ofrecer su simpatía a los pobres y mantenerse siempre devota al bien público". Joseph Pulitzer (1847-1911).

Vamos releer el texto y aplicar un ligero análisis:

La prensa libre..., ya no existe en Catamarca, cada diario tira para su lado, en el caso de hoy LA UNION S.A. pertenece a una sociedad anónima que apoya abiertamente las acciones del actual gobierno provincial.
Nunca tolerar la injusticia ni la corrupción..., este diario jamás presenta en sus tapas primicias por escándalos oficialistas, espera que le llegue "la versión oficial".
Luchar contra los demagogos de todos los signos. Desde comienzos del año 2001, LA UNION retiró de sus páginas la columna Editorial (por definición el espacio que refleja la opinión del diario con respecto a los temas importantes de cada día). En otras palabras este diario no tiene voz propia para defender los intereses de la sociedad que integra.
No pertenecer a ningún partido. Al defender las ideas del oficialismo, mediante reiterados reportajes a cada uno de los integrantes del FCyS, se aleja de la objetividad en la información.
Oponerse a los privilegios de clase y al pillaje público. Aquí la lista sería algo larga de enumerar...
Ofrecer su simpatía a los pobres y mantenerse siempre devota al bien público. Podríamos pensar que esta ciudad no tiene pobres si dependemos de las crónicas de sus páginas. Pero al caminar por las calles vemos chicos mendigando, lavavidrios en cada esquina del microcentro, mujeres con bebes pidiendo limosnas y decenas de cartoneros afloran al cierre de los comercios en la peatonal Rivadavia.

No ha sido nada feliz la elección del texto de salutación por parte del intendente de Los Altos. Para el próximo cumpleaños deberá pensarlo mejor.

jueves, 13 de agosto de 2009

Los inmigrantes italianos en Catamarca



…Contaba mi madre que con el gran ruido de los continuos bombardeos, al caer y estallar sobre ese infortunado pueblo, no sentía los alaridos de aquel pequeñín salido de su vientre que llegaba al mundo, como anunciándose que había nacido. Mi madre asustada y aturdida, creyó que había nacido sin vida…

Así comienza la vida del profesor Alejandro Giadone un siciliano que dejó su patria natal, Italia, para radicarse en Argentina, con mayor precisión en Catamarca. Un luchador desde el llano, desembarcó y vivió en Buenos Aires, problemas de salud de su señora y la necesidad de buscar un lugar más tranquilo cambiaron su destino. Abandonó la Policía Federal y se encaminó al noroeste. En 1977 con el gobierno en manos del coronel Jorge Carluchi (1976-1978), llega a Catamarca.
Con la llegada de la democracia lo cobija administración pública, ocupando diversas funciones jerárquicas a las órdenes del gobernador Vicente Saadi.
En el tiempo libre, desarrolla una de sus pasiones: la de radioaficionado, en la cual posee certificación de alto rango. Algunas familias recurrieron a él durante el conflicto de Malvinas, para establecer contacto con los soldados trasladados al sur del continente.
Profesor de la Enseñanza Primaria, en simultáneo a su trabajo en la provincia, ejerció la profesión como docente. Fue integrante de la Comisión Directiva del Radio Club Catamarca, Vice Presidente de la Asociación Siciliana en Catamarca, Presidente de Cooperadoras Escolares de Bs. As. y Coordinador de Comisiones Escolares en Catamarca.
Próximo a cumplir 69 años, jubilado laboralmente y con plena actividad intelectual, no descanza. Preocupado por la necesidad de rescatar las raíces de los inmigrantes italianos que contribuyeron a la formación de Catamarca, se embarcó en la ardua tarea de investigar y entrevistar a sus “paisanos” para recuperar las historias pequeñas y grandes de esos anónimos que se ganaron un lugar en la trama social catamarqueña.
Su primer libro “Los sicilianos y sus descendientes que poblaron el noroeste argentino” ve la luz en el año 2004. En él refleja las historias de muchas familias provenientes de la isla de Sicilia que deciden instalarse en esta bendita Catamarca. Algunas de ellas son: Corpacci, Bellavía, Sacarelli, Giusto Preti, Marciante, Laplaca, Perricone, Giadone, Cacciato, Liberti y otros.
El profesor Alejandro Giadone, trazó la vida a puro pulmón, sus logros laborales y personales son auténticos, hoy se siente tranquilo, sabe que no le debe nada a nadie.
“Como un toro herido”, se retira a su rincón a descansar. En esa quietud física, decide preparar el segundo libro “Lazos que unen”, un trabajo mayor en el que busca entregar amplios conocimientos de Italia y su gente. Recorre la geografía y los comienzos de la historia de la república italiana. En la segunda parte el libro ahonda en las vicisitudes de los italianos que abandonan sus hogares presionados por la segunda guerra mundial, el hambre y la pobreza, lo dejan todo para empezar de nuevo, en tierras desconocidas, de hábitos y culturas diferentes. Catamarca los acoge y en el intercambio ellos forman sus familias y crecen y la provincia recibe sangre pujante que reconvierte el paisaje urbanístico, la música, la cultura y lo hábitos sociales.
El profesor Giadone busca grabar en la sociedad, mediante su libro, el esfuerzo de todos los inmigrantes italianos que ayudaron a dar forma a su nueva patria catamarqueña.
El libro se encuentra en etapa de impresión y será presentado al público, en fecha a confirmar, la última semana de setiembre.
Desde este espacio mis sinceras felicitaciones al profesor Alejandro Giadone, por su interés en resguardar la memoria de sus "paisanos" y todos los italianos que llegaron a Catamarca, un ejemplo que debe imitarse.

jueves, 16 de julio de 2009

Los valles catamarqueños lloran por Selva

Una de las voces folclóricas más destacadas de los años 50 y 60 ha partido definitivamente en el día de ayer a las 13 horas. Selva Gijena, una mujer maravillosa de un talento y profesionalismo de gran altura, deja la tierra de los mortales y sube al escalón de la historia musical de Catamarca y el país. Deja como herencia la autoría de más de doscientas canciones, creadas a lo largo de 50 años de carrera. Radicada en Buenos Aires, en el barrio de Boedo, desde hace muchos años, hoy sus vecinos y amigos se despiden con verdadero dolor por última vez. En este la lado del territorio argentino, Catamarca, quiero ofrecer un pequeño homenaje a esa gigantesca figura del folclore argentino con un reportaje, quizás el último que otorgara a un medio gráfico, un año atrás en una breve visita a su tierra natal. La entrevista la realicé para el suplemento De Antaño de diario La Unión, publicada el 22 de julio de 2008.


Identificada como “La voz de los Valles Catamarqueños”, compuso más de 200 temas a lo largo de su cincuenta años de trayectoria, la mayoría relacionados con Catamarca, recorre en sus canciones la totalidad de la geografía y especialmente a Coneta viejo, su pueblo natal.
Dejó el pueblo a los 14 años, rumbo a Tucumán donde encontró posibilidades de estudio y desarrollo.
Enfiló su rumbo hacia Buenos Aires, la gran ciudad de las posibilidades. “Aquí hay trabajo para todos”, fue su primera impresión cuando llegó a la gran capital.
Atrás quedaba su Catamarca con el dolor de no haber encontrado un lugar, no sentirse interpretada, “tal vez no les gusto”, rememora hoy, a sus 84 años.
Con una lucidez sorprendente, una disposición y energía envidiables, realiza un esfuerzo sorprendente para comunicarse, una enfermedad reciente le afectó la musculatura facial. Se desespera cuando su mente va más rápido que sus palabras. Los ademanes adelantan las palabras que el cerebro ya envió, pero que se ven demoradas en sus labios.
Pide disculpas por esa voz, que reconoce no es la suya.

Toda mi vida ha sido para cantar, he sido la oveja negra de la familia.
Mis hermanos tienen todos formación y estudios de magisterio. Mi hermana siempre me decía que no tendría jubilación, que cuando todo terminara no tendría una casa o un lugar donde vivir.
Su propia determinación por vivir de la música y el canto la llevaron a comenzar en bodegones y “cuevas” o sótanos de Buenos Aires. Se le abrían puertas y a los 3 ó 4 días se les cerraban, encontraba otra puerta y a los cuatro días se volvía a cerrar. Cansada un día le pregunta a una encargada por qué, ¿no les gusta como canto?
“No, es que vos no te pagas el vino. Vos venís sola. Tenés que tener amigos, que traigan dinero y que paguen las copas que beban.”
En la década del cuarenta, Buenos Aires ya tenía sus luminarias folclóricas como el Dúo Benítez-Pacheco; Martha de Los Ríos, Julio Argentino Gerez, Lorenzo Vergara, Margarita Palacios, Los Hermanos Ríos, Los Hermanos Abalos, José Jerez, La Negra Tucumana (Rosa Ambrosia Fernández).

Buenos Aires, la cuna de los sueños y de quienes quieren trascender, cobija cientos de almas deseosas de alcanzar el éxito, que se logra después de mucho andar y persistir. En esos caminos, Selva Gijena compartió noches de encuentro y charlas con Margarita Palacios, otra catamarqueña que dejó su tierra para perseguir sus sueños. Pareciera que el destino evitó juntar a estas dos mujeres catamarqueñas, una vez en la primera actuación del Poncho, cuando Selva la acompañaba en guitarra, Margarita se descompuso; en otra situación fue en Buenos Aires, volvió a ocurrir lo mismo.
Las cadenas radiales, un circuito muy cerrado en el ambiente, no pudo bloquear el acceso de “La voz de los Valles Catamarqueños”, y pasó a formar parte del staff musical de Radio Belgrano por tres años. Tanta era su permanencia que los colegas imaginaban que ella tenía acciones en la empresa. Radio El Mundo fue otro de los medios que la cobijaron.
La incipiente televisión tampoco se negó a recibirla. En la inauguración de canal 13, fue Selva Gijena la artista que llenó esa pantalla en blanco y negro, allá en 1960.
Acompañada en piano por “Polo” Giménez y el dúo de Antonio Benítez y Eduardo Pacheco (riojano).

En nuestro país, la vida en democracia siempre ha sido interrumpida por gobiernos militares. Los artistas muchas veces encontraron dificultades para desarrollar su tarea.
En el caso de la catamarqueña oriunda de Coneta, el trabajo nunca flaqueó. “Tenía conducta; habiendo conducta, dura el trabajo y dura la personalidad”.
- Trabajé mucho con el Dr. Allende, pasee por todas las playas, pagando el Estado, con mi conjunto. Me sacaba fotos enormes y me las enviaba de regalo de parte de él y su señora.
Con Frondizi llégue hasta Córdoba, ellos nunca me preguntaron por mi color político. Respetaron en todo momento al artista y su conjunto..
Siempre de visita en Catamarca, como quien vuelve para reponer recuerdos y buscar inspiración, siente la necesidad junto a otros músicos de representar a Catamarca mediante un proyecto nuevo, tener una fiesta propia de los catamarqueños y auténtica. Junto a Margarita Palacios, Atuto Mercau Soria, Polo Giménez, José Ramón Luna, José Espoz Saavedra y otros, empiezan a darle forma a ese proyecto que hoy tiene treinta y ocho ediciones, y lleva por nombre Fiesta Nacional del Poncho.

Selva intenta durante la charla recordar situaciones planteadas en las preguntas y lo hace a través de la entonación de algunas de sus tantas canciones, encuentra en sus temas las respuestas.
Formó su voz a fuerza de trabajo, grababa sus notas y luego las escuchaba para corregirlas, con estudios de conservatorio desarrolló una capacidad musical elevada. Si es crítica de sí misma también lo es de su entorno.

Hace muchos años (década del ‘50), se opinaba que debía aceptarse la renovación de la música folclórica en manos de los jóvenes, pero no estaba de acuerdo en la alteración de los ritmos, esencia del folclore. Por ejemplo, que hayan escrito chayas con ritmo de cueca.
Hoy, con un folclore abundante de jóvenes que lo practican, con una diversidad de instrumentos que no son originales del folclore tradicional. ¿que opina?
El folclore sigue siendo folclore aunque lo cante con una caja. No necesita tanto ruido para ser folclore.
Cada uno hace lo que puede. Lo que le gusta.
No quiero ofender a nadie, pero no se conoce bien el folclore. Yo golpeo las manos porque otro golpea las manos. No saber de dónde viene implica no conocer de folclore.
Hay pocos folcloristas, de 10 saca 5 o 6, lo demás son regulares. Hay que saber lo que es una apoyatura, saber lo que es color de voz, saber interpretar, meterse dentro de la gente. Para mí en el folclore lo importante es el decidor, el que canta.
No puede evitar el avance de la idea y alli empieza a dar un ejemplo como cantar, entonando y haciendo la respiración adecuada. Sus 84 años y el problema para articular las palabras no frenan la pasión, se esmera, se esfuerza por sacar un tono, vence a su propia edad y lo consigue.
El cantor de folclore no debe apoyarse sólo en su voz, debe perfeccionarla, trabajarla. Hay cantores que no tienen voz, pero le sacan a la letra de las canciones toda la emoción, la poesía y vivencias que ella contiene.

Plenamente consciente de su etapa de vida, ha planteado en Catamarca la posibilidad de donar todas sus ropas de actuación, fotografías y sus cajas vidaleras y chirleras para un museo.
“Cuando alguien muere, ¿qué hacen sus familiares directos?, tiran sus cosas ¿para que guardar esta ropa vieja? ¿y estas fotos?, todo a la basura. No quiero que eso pase conmigo. Si Catamarca no puede, entonces lo llevaré a Buenos Aires”.
Colaboradora ferviente de grupos de ayuda, planea que sus pertenencias sirvan para recaudar fondos para alguna entidad de beneficencia.
A su regreso a Buenos Aires (para hoy martes, si no hay cambio de planes) seguirá trabajando para una nueva edición de sus viejos temas, con nuevas voces y quiere recorrer todas las peñas catamarqueñas que pueda, y dejar un beneficio.
Con su planificación donde nada está libre, la lista de herederos por sus bienes, los derechos de autor, su ropa y pertenencias a un museo. Quedaba en el aire una pregunta incómoda pero necesaria: cuando tenga que partir definitivamente ¿dónde quiere que su cuerpo quede: Buenos Aires o Catamarca?
“Eso no lo sé” y mira a su hijo que la acompañó en toda la entrevista, “se queda en Buenos Aires” termina agregando, al tiempo que relata una anécdota sobre el traslado de las cenizas de Manuel Acosta Villafañe, y que nadie del entorno sabía dónde vivían su esposa o familiares en Catamarca.
Una frase rescata la voluntad de vida y tesón de esta mujer, de tez muy blanca y pelo rojizo oscuro: “Jesús me ha dicho: quedate un tiempito más, todavía haces falta.”

Sus temas más sobresalientes y grabados en Alemania, Francia son “Andate con quien quieras”, “Recuerdo de la Alameda”, “Me estoy volviendo Zamba”, de Gijena y Luis Sanchez Vera.
Instaló un racho-restaurant en Banfiel, Bs. As., por donde circularon las figuras más destacadas de la época, como también grupos y solistas catamarqueños: Los Arrieros de Valle Viejo, de los hermanos Melo Cabrera y los hermanos Villagra. Recibió en su casa de Floresta y les dio alojamiento a: Los de Catamarca, Catamarca Tres, Carlos y Lito Martínez, Los “Turcos” Zafe, Naco Rueda, Luis Darío y ultimamente a Federico de la Vega.
Recibió una medalla de oro por sus cincuenta años de labor. Una plaqueta en el año 1992 en la Fiesta del Poncho.
En el 2000, contratada por la Casa de Catamarca, actúa en Caleta Olivia.

“Andate con quien quieras”, fue rechazado en su momento por SADAIC, por una cuestión de dinero, “estuvo tapado guardadito por ahí” hasta que la filarmónica de Alemania lo grabó.




Al final del reportaje me permitió posar a su lado para esta foto. Nos mantuvimos en contacto por el resto del año, telefónicamente a través de su hijo José Antonio, a quién agradezco en todo momentos por ese pequeño y gratificante vínculo.

domingo, 28 de junio de 2009

La urna, esa caja de esperanzas


...Hola, primero las disculpas por no escribir tan a menudo. Debe el hombre trabajar para ganarse su pan... En estas tierras con un sólo sueldo no llegamos ni ahí.

Hace unas horas cumplí con mi deber cívico, y el de todos, de votar. Digo de todos porque en Argentina el voto es obligatorio por ley.
La ley, hummm, un tema que da mucha tela para cortar. Si el voto es obligatorio, ¿qué pasa con quienes no votan?. ¿sabe ud, de alguien sancionado por no votar?.
Yo voto desde 1983, y desde esa fecha no he visto a nadie purgar penas por faltar a la Constitución Nacional.
En cada elección aumentan los votos en blanco y paralelamente siguen el mismo camino las deserciones al cumplimiento de la ley electoral. Como muestra, cada vez es más difícl conseguir presidentes de mesa.
De niño en la escuela primaria nos inculcaron el valor y orgullo de participar en elecciones democráticas, mayor aún si se ocupaba un cargo como el de presidente de mesa. Ayer era un orgullo, hoy una carga cívica. El Estado ha perdido presencia en la familia y la escuela, cambiaron las reglas de juego y no se percató de ello. Hoy el Estado debe pagar, diría sobornar a los presidentes de mesa con dinero, días de descanso y en el caso de los docentes afectados a los comicios con puntaje extra en su currículum.
El oportunismo se instaló en la Argentina... "el que quiere algo de mí, que lo pague" pareciera ser la consiga o la regla del nuevo sistema de valores éticos. Siendo esta última expresión una realidad ético-económica difícil de doblegar por los antiguos y tradicionales valores, sólo queda agregar una alternativa a este combo: ¿por qué estamos obligados a votar?.

Nuevos tiempos, nuevas reglas... entonces nuevas leyes.
Le suena la frase "público cautivo", monopolio, franquicias. Todos conceptos del mundo empresarial y financiero. Pues la política argentina es exactamente eso, un monopolio que maneja a su criterio y conveniencia las voluntades de sus electores, o mejor dicho de su público cautivo. Preguntar al gobernador local si puede disponer de su cuota de coparticipación federal.
Si mucha gente no quiere participar de los comicios ante la falta de credibilidad de sus representantes, entonces ¿por que obligarla a votar?. En el cuarto oscuro son libres de decidir, pero si están obligados por la ley entonces no son libres. Tienen que tomar una decisión en contra de su voluntad. El voto en blanco, pensará ud, está hecho para eso. Hummm... veamos la siguiente situación: el voto en blanco ocupa la tercera posición en los resultados finales, el ganador dará una lectura, el segundo hará otra muy distinta y el resto pedirá la anulación de los comicios. ¿Es el voto en blanco un valor objetivo?, ¿puede ocupar una banca representando a los obligados y disconformes?.
A casi 200 años del nacimiento de la patria algunas leyes deben cambiar, se impone un sistema de elección participativa no obligatoria.
Una sociedad madura desde su infancia, la educación es el primer valor.
Los valores de una nación no cotizan en Wall Street, sino en la calidad de ciudadanos que pueden decidir por sí solos su futuro y el tipo de gobierno que los represente. Y para esto se necesita una sociedad completamente educada y formada, que no arrastren su dignidad cambiando su voto por un par de zapatillas o un colchón.

En pocas horas la urna del pueblo dará su veredicto, alguien va a ganar, lo que es incorrecto... porque no jugamos, sino que elegimos un representante y este debe dar todo de sí para Catamarca. El pueblo lo autoriza a presentarlo, no a dilapidar sus esfuerzos y sueños de una tierra digna y mejor.

miércoles, 17 de junio de 2009

La cena del reencuentro

En el post anterior comenté la historia del Semanario Cambio. En el transcurso de los reportajes nació la idea de reunir a los integrantes del staff en una cena. Decenas de llamadas telefónicas, cruces de información buscando diferentes paraderos, búsquedas en internet y finalmente la reunión de camaradería se llevó a cabo, a la que lamentablemente no pudieron asistir todos. Después de dos décadas en algunos casos y un poco menos en otros, sobrepuestos al impacto visual de los años, afloraron las emociones y las risas. Y allí nomás una catarata de recuerdos inundó la mesa de la magnífica cena. El presbítero Elio Fernández facilitó su colección personal del Semanario Cambio, permitiéndonos a todos navegar en nuestra memoria al entrar encontacto con las amarillentas hojas de papel.
En el tiempo que duró el encuentro, nos despojamos de nuestras vidas actuales para volver a 1989 y recrear mediante relatos esa burbuja de sueños y proyectos. Los ejemplares de Cambio circulaban de mano en mano cual postales de un lugar paradisíaco de veraneo.
El intercambio de anécdotas, comentarios y debates del modo de trabajo revivían una oficina, una redacción. El equipo habían atravesado, de un segundo al otro, la barrera del espacio-tiempo. Estábamos otra vez en la casona de calle Chacabuco entre escritorios, computadoras y un patio de naranjas y limas.
Escenas pintadas con palabras vívidas y difusas fueron armando el escenario de la breve obra en la que tuvimos protagonismo.
Como todo viaje, incluso al pasado, tiene su fin.
En la madrugada fría de un domingo, cada uno volvió a la realidad trayendo en su interior un pedacito de historia personal robada al pasado. Con una muesca de felicidad en los labios todos emprendieron el regreso a su destino.




































Un sincero agradecimiento al arq. Fernando Rivera por posibilitar la cena del reencuentro.